Termas Pallarés, un histórico del termalismo aragonés

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Aunque las propiedades terapéuticas de las aguas termales de Alhama de Aragón (Zaragoza), localidad que alberga Termas Pallarés esculturael célebre Balneario Termas Pallarés, son conocidas desde los lejanos tiempos de la conquista romana, tenemos que remontarnos al siglo XIX para enmarcar la historia de este prestigioso establecimiento, fuente de salud y relax.

La historia de sus edificaciones arranca en 1863, año en el que comenzó la construcción, nada menos, de dos hoteles y un casino. Cuentan que en las habitaciones de este hotel se alojaron grandes personalidades de la época como políticos, artistas, escritores e incluso miembros de la realeza. Seguramente además de disfrutar de las aguas, estos prestigiosos huéspedes visitaron el casino cuyas veladas han quedado registradas en las páginas de la historia.

Termas Pallarés lagoBien dicen que la gran joya del Balneario Termas Pallarés es su lago termal, único en el continente europeo. Su agua mana constantemente de las numerosas surgencias termales del fondo lacustre a una temperatura de 32ºC. Gracias a una profundidad máxima que no excede de los dos metros es un lugar perfecto para practicar la natación o relajarse, además de, claro está, aprovecharse los efectos beneficiosos que el agua mineromedicinal produce en nuestro cuerpo.

Debido a la temperatura constante de 28ºC es posible disfrutar del lago en cualquier Termas Pallarés galeriaépoca del año. Su agua se renueva completamente cada 32 horas, merced a sus múltiples manantiales. Este lago termal se considera como un tratamiento más a causa de los efectos que en nuestro organismo producen sus aguas.

Es sencillo entender el prestigio atesorado por este balneario si tenemos en cuenta que las aguas mineromedicinales de Termas Pallarés ya fueron declaradas de utilidad pública en 1860.Estas aguas se prescriben principalmente para tratamientos de reuma y traumatología. Además están indicadas contra afecciones respiratorias tales como alergias, asmas y bronquitis crónica. También se aplican contra el estrés, la ansiedad y las alteraciones nerviosas.

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